sábado, 2 de maio de 2015

Latinoamérica fortalece su unión a través de sindicatos y trabajadores en convocatorias multitudinarias el 1º de Mayo


En un clima de diferencias propias de cada país, pero con el fortalecimiento claro de los sindicatos y sus trabajadores, que prácticamente tienen similares aspiraciones en todo el continente, el 1º de Mayo de 2015, bien podrá ser recordado como un momento de cambios en democracia para el empoderamiento de las clases trabajadoras.





En la región, Argentina vive su 1º de Mayo inmersa en la carrera electoral presidencial, a tal punto que los políticos han convocado a actos proselitistas, más allá de la vigencia de la jornada. El Gobierno y las cúpulas sindicales se encuentran en un momento de tregua después de acordar un “techo” a las paritarias, con la CGT de Moyano y los gremios del Transporte, solidificados en torno al esquema peronista que ha cumplido con la mayoría de los requerimientos básicos. En Brasil la situación es otra: la presidenta no hablará como lo ha hecho en los últimos años por cadena de radio y TV para saludar a los trabajadores –para muchos por temor a un “cacerolazo”- pero si lo hará a través de las redes sociales. Los trabajadores se encuentran enfrentados como nunca antes a Dilma, después que se firmara el decreto que amplía indiscriminadamente la tercerización del trabajo (el PL4330). El tema, sumado a la falta de negociación con las centrales sindicales, augura un día tenso y de fuertes manifestaciones de los trabajadores, en reclamo a sus derechos. En Paraguay, más de 30 movimientos sindicales, marcharán por Asunción, en la primera articulación de trabajadores que reclaman derogar la Ley de Alianza Público Privada, considerada un “saqueo a las riquezas nacionales por empresas foráneas”. Los trabajadores vuelven a las calles también exigiendo volver atrás con la Ley de Defensa que permite la intervención de las Fuerzas Armadas en conflictos internos. En Chile, el anuncio de la presidenta Bachelet, anticipando reformas para la probidad y la transparencia, aparecerán en los discursos previstos por los dirigentes sindicales.La Central Unitaria de Trabajadores, convocará a la defensa de la reforma laboral que devuelva poderes al sindicalismo bajo la consigna: “Reforma Laboral, Más Democracia; Nueva Constitución, Mejor Chile”.
La mayor convocatoria americana: en Cuba

La Plaza de la Revolución de La Habana será escenario del mayor encuentro americano e internacional de sindicalistas con motivo del 1º de Mayo.Delegaciones de 68 países se dan cita para compartir la fecha con los trabajadores socialistas de la isla, en un marco que Cuba ha adelantado será fundamentalmente de apoyo a la Revolución Bolivariana de Venezuela. Según publica el diario oficial Granma, participarán 1867 ciudadanos de 68 países, 28 de ellos naciones latinoamericanas. “Los países que registrarán una mayor presencia son: Estados Unidos (285), Francia (209), Uruguay (127), Chile (121) y Argentina (102)” añade el matutino habanero en referencia al desfile central. Cuba quiere superar el medio millón de participantes de la marcha, lo que se calculó fue la asistencia del año pasado, para lo cual ha convocado especialmente a los estudiantes y los militares, con el horizonte puesto en mantener la unidad, en medio del proceso de acercamiento con Estados Unidos, que podría imponer nuevos conceptos en la vida de la isla. Sin embargo la Central de Trabajadores de Cuba, ha puesto el énfasis más en colaborar con sus pares venezolanos, que en el devenir posible de los acuerdos con Washington. “Respaldar a Venezuela ante las sanciones unilaterales de Estados Unidos” es la consigna, recordando el paquete que le impuso en marzo el Gobierno de Obama al de Maduro, por considerarlo “una amenaza a su seguridad nacional”.
La fecha que Estados Unidos prefiere pasar por alto

El Primero de Mayo, reconocido como Día Internacional de los Trabajadores, será la jornada más importante del año para que millones recuerden a los llamados Mártires de Chicago, cuya lucha llevó a la jornada laboral de ocho horas, y cuyo ejemplo permitió abrir paso a reclamos básicos, muchos de los cuales aún siguen incumplidos por parte de los dueños del capital. Los sindicalistas anarquistas, ejecutados por la Justicia de Estados Unidos, curiosamente son recordados por todos los pueblos del mundo, excepto en su propio país, donde celebran el Labor Day cada 1º de Septiembre como festejo federal. El Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, de 1889, consideró la reivindicación y el homenaje a los Mártires de Chicago, como una fecha indiscutible, en base a los acontecimientos que dieron lugar al comienzo de la huelga de 1886, bajo la consigna “Ocho horas para trabajar, ocho para dormir y ocho para la casa”. Hasta ese reclamo, la ley prohibía “trabajar más de 18 horas salvo caso de necesidad”. La historia señala que en 1868, el presidente norteamericano Andrew Johnson promulgó la Ley Ingersoll –que reconocía las 8 horas- pero los empresarios, respaldados por la prensa estadounidense, dieron fuerte lucha para que los trabajadores cumplieran jornadas máximas de 14 y 18 horas. Cuando los movimientos sindicales se fortalecieron, la prensa calificó de “lunáticos poco patriotas” e “indignantes” a los dirigentes que proclamaban debía cumplirse con las leyes. El 1º de Mayo de 1886, casi un cuarto millón de trabajadores comenzaron una huelga, siendo Chicago –la ciudad industrial con peores condiciones laborales del país- el epicentro de las luchas. Al día siguiente en una manifestación la policía mata a seis trabajadores y deja decenas de heridos; de allí en más, la revuelta, la muerte de un policía por una bomba, los 31 acusados del hecho, los 8 condenados, cinco de ellos a la horca, conforman la historia que nadie sintetizó mejor que uno de los condenados. El periodista alemán August Vincent Spies, grita instantes antes de su ahorcamiento: “La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”. Así lo testimonió el héroe cubano José Martí, que presenció la ejecución como corresponsal del diario argentino La Nación.

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